Los problemas de los cubanos lo tienen que resolver los cubanos

Me encuentro entre los millones de cubanos que consideran ya sea por experiencia propia, avidez o por el propio sentido común, que ahora más que nunca la solución a la problemática cubana tiene que efectuarse entre cubanos, es decir, entre todos los que formamos parte de esta gran nación nombrada Cuba, en la que tenemos igual cuota de participación y pertenencia los que están dentro y fuera, (uso el término de los que están y no los de, porque este último me parece excluyente y de mucha conveniencia para el régimen). Y que en el esfuerzo y sacrificio de nuestros compatriotas está nuestro destino. De cómo nos proyectemos dependerá el éxito, demora e incluso la clave de nuestro empeño.

Pero también hoy más que nunca es importante la solidaridad internacional y una política coherente y firme contra la tiranía de La Habana. El Parlamento Europeo ha sido claro, justo y contundente. Se espera que la Unión Europea, cuando se reúna en breve, también lo sea.

Del gobierno socialista español nada se puede esperar. Ojalá la administración de Obama acabe de convencerse que las políticas conciliadoras y de acercamiento con los totalitarios son estériles.

Dios quiera y porque no, que el electorado de la Florida permita a ese gran cubano y amigo de la libertad de Cuba nombrado Mario Díaz Balart, reelegirse como congresista.

Aunque la causa de la libertad de Cuba no es demócrata ni republicana, porque en ambos partidos tenemos importantes amigos y aliados, no es secreto para nadie los importantes esfuerzos y resultados de los hermanos Lincoln y Mario Díaz Balart en la Cámara de Representantes de aquel país en torno a la libertad de su patria, del apoyo y acercamiento con sus hermanos dentro de Cuba y sobre todo su política firme, sin medias tintas contra estos tiranosaurios del Caribe.

Cómo y quiénes mataron a Orlando Zapata Tamayo

Ana Belkis Ferrer García durante el funeral de Orlando Zapata Tamayo

La terrible y dolorosa muerte del preso político Orlando Zapata Tamayo no es un hecho aislado ni tampoco algo que se le fue de las manos al régimen, como algunos dijeron. La muerte de Zapata era algo que estaba decidido en las altas esferas del poder castrista en coordinación con la jefatura del cuartel general de Villa Marista.
“Vamos a salir de ese negro y sus huelgas de hambre como hicimos con Pedro Luis Boitel, vamos a  darles un escarmiento a los grupúsculos y a la mafia de Miami y así de paso probamos a ver qué pasa, además si dejamos morir a este negro lo más seguro es que los opositores cojan miedo y se aguanten un poco y desistan de las huelgas de hambre como alternativa de protesta”, deben haber calculado sus asesinos.
A veces ciertos medios enfocan esto sucesos de forma algo simplista e incompleta, ¡la muerte del preso en huelga de hambre! A los que no viven en Cuba, o desconocen lo que significa estar en una cárcel cubana y realizar una huelga de hambre, les puede parecer que los huelguistas sólo sufren los efectos de un estado de inanición, algo muy lejos de la realidad.
Declararse en huelga de hambre en una prisión castrista significa enfrentar desde un principio toda una gama de torturas como son el aislamiento de todo y todos, es decir el extremo confinamiento en una solitaria celda de castigo sin instalaciones de agua, luz y en la mayoría de las ocasiones sin ropa de cama, siempre sin la posibilidad de abrigarse y sin acceso a nada ni a nadie.
“Nosotros no cedemos ante imposiciones de fuerza”, con esta frase le presentan al huelguista una demostración de fuerza y de poder. Es como decirle: si quieres resolver tu problema y que se te conceda lo que estas pidiendo primero tienes que humillarte ante nosotros, deponer la huelga de hambre y después nosotros, poniendo nuestras condiciones, valoramos cómo, cuándo, y qué te concederemos.
Para recibir algún tipo de atención médica también imponen las mismas condiciones. Y por eso murió Zapata, porque al igual que Boitel, no cedió en su posición, no permitió que lo humillaran, resistió 18 días que le negaran el agua. Enfrentó con firmeza las frías temperaturas con su cuerpo desnudo, pernoctando sobre el suelo. Zapata prefirió inmolarse, siendo consecuente con su hombría, sus principios. Así como expresó el compatriota suyo en la despedida del duelo: “dio un salto a la inmortalidad”. Pero a Zapata no sólo lo mataron los criminales totalitarios, no. A Zapata lo mató también la indiferencia y el silencio cómplice de quienes debieron haber abogado o intercedido por su vida. A Zapata lo mataron ciertos medios de prensa acreditados en La Habana, que informados debida y sistemáticamente sobre su caso, les faltó el coraje y la sensibilidad humana para darle cobertura, y se mostraron sordos al llanto y sufrimiento de su madre Reina Luisa que tantas veces pidió apoyo a la opinión pública. A Orlando Zapata Tamayo lo mataron también esos que, faltando a su compromiso social, ético y humano, se negaron a interceder ante el gobierno por su vida. Me refiero a la alta jerarquía de la Iglesia Católica de Cuba, en la persona del Cardenal Jaime Ortega y Alamino, a quien el Movimiento Feminista por los Derechos Civiles Rosa Parks y otras organizaciones de la sociedad civil independiente dentro de Cuba, pidieron que interviniera.
Es cierto que Cuba perdió a Orlando Zapata Tamayo pérdida irreparable que nos tiene muy consternados a todos, pera el gobierno castrista perdió la gran batalla. El costo político ha sido irreparable e irrecuperable. Por fin, el mundo se volcó hacia nuestra sufrida patria y hacia los que por ella luchan. El ejemplo, sacrificio y memoria del mártir se yergue y multiplica cada día en miles y miles de cubanos que seguimos su legado, heroísmo y resistencia. Una bofetada moral para sus asesinos y cómplices del crimen.

Las falsas elecciones en Cuba

Llama la atención cómo el régimen castrista con su poderosísimo aparato de propaganda, esta vez no ha mencionado su “triunfo” en  las últimas “elecciones”, (entiéndase votaciones) al mal llamado Poder Popular. Y lo digo porque una de las premisas del castrismo ha sido siempre convertir el revés en victoria, sean éstas pírricas o para auto engañarse ellos mismos. Estas votaciones no fueron otra cosa que eso, un duro revés para el castrismo.

Creo que nunca se había visto un rechazo tan abierto de importantes sectores de la población, en especial de la juventud, no sólo el mismo el día de echar la boleta, sino días y semanas antes.

-Yo no voy a votar.
-Conmigo que ni pierdan el tiempo en ir a mi casa.
-Total eso no resuelve nada.

Eran frases que se escuchaban por doquier y eran el anuncio del nuevo fracaso, que se corroboró con:

-Yo no fui a ningún lado.
-Yo fui pero la eché en blanco.
-Lo que le puse fue candela a la boleta antes de echarla.
– En mi casa nadie se cogió para eso
-Eso es  lo que hay que hacer, está bueno ya de ser carnero.

Placetas es un poblado de unos 50,000 habitantes, es el centro geográfico de Cuba y sus habitantes se enorgullecen no sólo de su bello parque lleno de Laureles con su majestuosa e inigualable glorieta, sino de ser la tierra de Cesar Páez , la Niña de Placetas, Roberto Martín Pérez o del popular artista Rosendo Rossel. Tal vez sean, entre otras razones, por lo que en esta votación una gran parte de sus hijos dijo no a la mentira, y absteniéndose, anulándola o no yendo a las votaciones, Placetas dijo sí por el cambio.

No pocos placeteños saben que su postura no fue un hecho aislado, porque por toda la Isla se escucharon testimonios similares.

En esta oportunidad, el régimen y su campaña electoral se quedó casi sólo, y digo casi porque solamente le hicieron eco y comparsa ciertos medios de prensa y algún que otro reportero en su afán de informar y de estar en la onda informativa, los que le brindaron más información a la farsa electoral sin candidatos ni programas informativos, que a la represión misma.

Ello me recordó lo ocurrido con el famoso concierto de Juanes en la Plaza Cívica José Martí: el concierto en los principales editoriales y planas de periódicos del mundo y pocas o ninguna línea dedicada a los que estábamos siendo reprimidos o arrestados en  las casas para evitar que llegáramos a la plaza.

De nuevo arrestado

Este martes 27 de abril fui de nuevo arrestado, junto a mi esposa Yris. Los móviles y los rostros los mismos, la patrulla #272, los represores, los de siempre: el mayor Idel González Morffi, conocido como clavo de línea; Orestes “el títere” y otro mayor al que apodan “el pesista”. El lugar casi el mismo de siempre, el Paseo de Martí, sólo que esta vez nos permitieron caminar 7 cuadras y en la intercepción del Paseo y la calle 1ra del norte los trabajadores del sectorial de salud, pudieron observar un episodio que es ya cotidiano en esta ciudad.
-Antúnez, ¿adónde vas? Estás detenido, acompáñame, tú sabes que no puedes salir de tu casa.
Esposas puestas y pal’ carro.
Claro que estos son los arrestos más decentes.
Muchas veces un aparatoso chirrear de gomas, gas pimienta en los ojos, alguna que otra patada en nuestro cuerpo, nos llevan a rastras por el piso y de cabeza en la patrulla. Luego del aullar de sirenas y de alguna que otra patada y golpes al llegar a la unidad policial, nos confinan en los tenebrosos calabozos de la policía política y nacional.
Pero este martes no hubo violencia, por lo que tampoco gritamos abajo la dictadura y vivan los derechos humanos, ni llamamos la atención de la gente de que el arresto era arbitrario y un secuestro, y es que como Yris necesita llegar hasta la prisión de Agüica para interesarse por la situación de salud de su hermano, el prisionero político Mario Alberto Pérez Aguilera, quien convalece en una enfermería de ese penal, y yo iba a recoger mis espejuelos en una óptica en Santa Clara, pensábamos que nos dejarían seguir. Y no fue así, sino que nos confinaron en sendas celdas de esa unidad por espacio de 6 horas para luego liberarnos, entiéndase cambiarnos la prohibición de que no podíamos salir de nuestra vivienda hasta después del 1ro de mayo, y que de hacerlo seríamos arrestados en cualquier punto del territorio nacional. Antes de montarnos en la patrulla que nos trajo de vuelta a nuestra vivienda, el famoso “clavo de línea” me dijo: “A ti Antúnez también te estoy cobrando la payasada que hace unos días me hiciste en Santa Clara cuando rompiste la constitución socialista junto con otros contrarrevolucionarios.”
Para ellos, que sienten miedo y no escatiman medios ni recursos para sus papelazos, no importa la gasolina que tengan que gastar, las malas noches velando mi casa. Esta es la batalla de ideas de quienes, faltos de argumentos e impotentes por el espacio que pierden, sólo les quedan celdas, amenazas y absurdas prohibiciones para mantener el poder.

El nuevo fiasco de Silvio Rodríguez, logro para la no cooperación

Nosotros, los miembros de la oposición y el pueblo de Cuba, estamos celebrando el nuevo fiasco que ha sufrido la dictadura cubana, de manera especial a uno de los voceros del régimen castrista, el cantautor Silvio Rodríguez, quien junto a otros artistas oficialistas había convocado a un concierto en la ciudad de Santiago de Cuba paralelo a el que tendría también en la llamada Tribuna antimperialista en la Ciudad de La Habana, para, según sus propias palabras, contrarrestar o una supuesta campaña mediática contra Cuba por parte de Estados Unidos y la Unión Europea.

Evidentemente este concierto fue un fiasco puesto que según las citas de algunas agencias de prensa acreditadas en Cuba solamente asistieron alrededor de 1000 personas. Me parece que esta es una expresión de la evidente diferencia que existe entre las actividades espontáneas que ocurren en las sociedades libres y democráticas, y las marchas manipuladas que ocurren bajo este tipo de dictadura. Es decir, mientras Gloria Estefan, allá en los Estados Unidos convoca a una marcha sin tener que presionar a los trabajadores, sin tener  que poner autos, guaguas y demás, sin tener que acaparar los medios de prensa de manera forzada, y acuden 100 000 personas, sin embargo Silvio Rodríguez aquí en Cuba, con todos los medios y recursos a su disposición, con una constante y mediática campaña de desinformación sólo logra que unas mil personas asistan a esta actividad, reitero un supuesto concierto por la paz, contra las manipulaciones internacionales contra Cuba.

Evidentemente nos parece que esto es un logro de la campaña de la no cooperación, un logro de la verdad, que se está viendo de manera más evidente; y verdaderamente esto demuestra la credibilidad  que está perdiendo el sistema comunista y sus medios de prensa, quienes ya ni tan siquiera  pueden manipular a miles y miles de personas que en otras circunstancias habrían acudido, aunque no creyeran en lo que allí se estaba diciendo. Este hecho debe llamar la atención de los cubanos estén donde estén, debe llamar la atención a la comunidad internacional y sobre todas las cosas debe llamar la atención al régimen castrista de que cada día que pasa pierde más terreno y que cada día que pasa pierde más credibilidad y apoyo del pueblo cubano.

Carta abierta a los hermanos Castro

Señores Raúl y Fidel Castro:

Este 15 de marzo de 2010 se cumplieron 20 años de que el gobierno dinástico que ustedes encabezan me encarcelara. Cuando me declaré opositor y exigí reformas democráticas aquel 15 de marzo de 1990, mi edad era 25 años cinco meses y 15 días y tuvieron que transcurrir otros 17 para ser excarcelado. Nunca olvidaré cómo durante ese tiempo sus tenebrosos cuerpos de la policía política me torturaron física y mentalmente e intentaron quebrar inútilmente mi dignidad a cambio de liberarme o acomodar mi estancia carcelaria.

Hoy reflexionando al cabo de dos décadas de arresto, estoy más convencido que si volviera a nacer haría lo mismo y sólo me arrepiento de no haber abrazado antes esta justa causa que defiendo.

Fidel y Raúl Castro: hace unos días sus manos se mancharon con la sangre de un inocente. Nuevamente sus fuerzas de odio se ensañaron contra un titán que no se doblegó ante el terror. Su nombre: Orlando Zapata Tamayo, un joven negro albañil de 42 años de edad a quien no les bastó con encarcelarlo injustamente, sino que luego de aplicarle un sin número de torturas para doblegar su firmeza, lo mandaron a aniquilar y empezaron, como es costumbre en sus cárceles, a aplicarle refinados métodos de tortura: 18 días sin beber agua, negativa de una oportuna atención médica y total desnudez frente al crudo invierno. Ello bastó para ultimarle con premeditación. Pero no les bastó el asesinato físico, sino también pretendieron devorarlo moralmente.

¿No les parece una postura cobarde la de atacar con descalificaciones a quien no puede defenderse? ¿No consideran ustedes falta de ética manipular el sufrimiento y desespero de una madre después de asesinarle el hijo? Con el asesinato de Orlando Zapata Tamayo este gobierno cruel comenzó a cavar su propia tumba, porque además de la sangre derramada y la familia enlutada, se han buscado la repulsa y desprecio de un pueblo que no por desinformado es tonto y se siente según incontables estados de opiniones recogidos, ofendido en su inteligencia y sentido común.

Los ataques a la memoria de Orlando Zapata en esta servil prensa, no han podido desmentir en lo más mínimo que es uno de los 75 opositores pacíficos que ustedes en su histérico ataque de temor arrestaron en aquel marzo negro del 2003; que por orientaciones de los oficiales Julio César González Bombino y Filiberto Hernández Luis privaron de beber agua durante los primeros 18 días de huelga y que durante el invierno último tuvo que pernoctar en un crudo y frío suelo sin abrigarse, en la famosa prisión camagüeyana de Kilo 8.

Y les digo esto porque al igual que Zapata, esos y otros oficiales incluso en la misma prisión también me torturaron de esta forma. Es cierto, y no nos apena reconocer que estamos muy conmovidos y tristes con la muerte de este hermano nuestro, pero a su vez quedamos alentados por algunas razones, como son las ilusiones que se hicieron ustedes y los ejecutores materiales del crimen y que se han estrellado contra la firmeza de su madre Reina Luisa Tamayo Danger y de sus hermanos, quienes convirtieron sus funerales en verdadera expresión de resistencia. El costo político y la condena internacional han sido de tanta magnitud que es imposible que puedan algún día recuperarse.

El sacrificio de Orlando Zapata Tamayo, a pesar de este cobarde intento de falsear su imagen, se yergue más alto que nunca y se multiplica en todos los que, como él, somos consecuentes con la defensa de los derechos humanos y el enfrentamiento pacífico y frontal contra la tiranía.

Hoy a los 20 años de mi encarcelación, permítanme dos conclusiones. Primera, que cuando asesinaron a Orlando  Zapata, pensaron que iban a aterrorizarnos. Se equivocaron. En el pueblo hay miles de Zapata que no les tememos. Segunda, hace 20 años grité en una plaza pública que el comunismo era un error y abogué por reformas. Hoy les digo lo mismo y más.

Fidel y Raúl Castro: asesinos y crueles, váyanse del poder que el pueblo los desprecia.

Desde Placetas quien ni se calla ni se va de Cuba,

Jorge Luis García Pérez “Antúnez”

Ex preso político

Emplazamiento al régimen castrista

Miembros del Presidio Político Pedro Luis Boitel y la Coalición Central Opositora
El Movimiento Presidio Político Pedro Luis Boitel, integrantes de la Coalición Central Opositora y del Frente Nacional de Resistencia Cívica y Desobediencia Civil en Cuba emplazan a las autoridades castristas a que le brinden la posibilidad de probar en una comparecencia transparente, abierta y en igualdad de condiciones ante los medios de prensa oficialistas lo siguiente: que lo que se ha estado informando sobre la muerte y trayectoria del preso político Orlando Zapata Tamayo es una burda manipulación plagada de mentiras y tergiversaciones.
Los miembros y ejecutivos de nuestras organizaciones civilistas nacidas precisamente dentro de las prisiones castristas y formadas en su mayoría por presos y ex presos políticos cubanos solicitamos a los medios oficialistas en la Isla y de manera especial al periodista Enrique Ubieta una comparecencia televisada y pública donde se nos permita en no menos de 20 minutos presentar las pruebas testimoniales a partir de nuestra propia experiencia de que Orlando Zapata Tamayo falleció el 23 de febrero último producto de un sin número de torturas y malos tratos aplicados durante los ochenta y tres  días que permaneció en huelga de hambre; además que Orlando Zapata era un digno y pacífico defensor de los derechos humanos quien nunca utilizó la violencia física ni verbal, y siempre fue un hombre fuertemente comprometido con la lucha a favor de la libertad de su patria, razones por la que los hermanos Castro ordenaron su asesinato de manera fría y  alevosa.
Señores gobernantes y medios de prensa que servilmente se hacen eco de esta mentira, no es una actitud valiente ni ética atacar con descalificaciones a quienes no pueden defenderse. Sus hermanos de lucha y su madre que aún estamos vivos, estamos prestos al debate civilizado y franco, sobre una  muerte que consideramos asesinato y de la misma forma exigimos justicia contra los autores intelectuales y materiales del crimen. También afirmamos que estamos dispuestos a ser procesados con todo el peso de la ley, si no podemos probar la veracidad de nuestros argumentos y consideraciones.
En espera de una pronta respuesta, Jorge Luis García Pérez Antunez, coordinador nacional del Movimiento Presidio Político Pedro Luis Boitel.