El fantasma de Radio Marti

20 de mayo de 2010

Hoy es un día muy especial para todos los cubanos, es 20 de mayo del 2010, en ésta misma fecha en 1902, el sacrificio de la larga epopeya de la Guerra de los Diez Años, luego retomada en Baire en 1895 y que triunfaría finalmente. También concluían en esta fecha exitosamente, los cuatro incómodos años de ocupación norteamericana.

Los cubanos éramos dueños de nuestro país y destino, el mediodía fue testigo de aquella inolvidable jornada al izar nuestra bandera nacional en tierra libre. Nacía la República. Los cubanos elegían a su primer presidente constitucional, un ejercicio democrático y soberano y sin precedentes, el exiliado Don Tomás Estrada Palma quien seguía a Martí en su cargo como delegado del Partido Revolucionario Cubano.

Ahora a construir la Patria, una república nueva e insertar al país por la senda del mundo libre y civilizado. Algo que, a pesar de los errores y desaciertos se estaba logrando, hasta que aquel 10 de marzo de 1952 Fulgencio Batista, un sargento muy inteligente, oportunista y extremadamente ambicioso, no sólo tronchó el proceso democrático sino que propició el desarrollo del terrorismo revolucionario, y la posterior aparición del régimen más cruel, despiadado e inhumano que haya conocido la era contemporánea, el Castro-comunismo.

Pero la lucha ha continuado. A las 5:00am del 20 de mayo de 1985, los hogares cubanos amanecieron sorprendidos con una alegría sin límites, casi como aquella de 1902: la salida al aire de Radio Marti. Muy pronto la noticia corrió como pólvora silente, no se hablaba de otra cosa. Los estudiantes se impacientaban para terminar sus clases y oír de cosas que ellos mismos pensaron que no existían; las amas de casa se reunían para disfrutar de las novelas; los fanáticos de la pelota de las ligas mayores se deleitaban escuchando los partidos; se crearon muchos clubs de oyentes del interesantísimo programa “El arte de vivir” que llegó incluso a que estudiantes universitarios los tomaran como asignatura. El programa “Tempranito y de mañana” acompañó a los obreros mientras colaban el café antes de partir a sus faenas. La isla se revolucionó y se llenó de entusiasmo. Había llegado lo que necesita un pueblo en su lucha, la información transparente y objetiva para poder discernir sin dogmatismo de informaciones. La prensa oficialista, al no poder interferir trató de calumniarla llamándola radio enemiga, aparentando sentirse ofendidos por llevar el nombre Martí, como si para ellos lo más importante fuese el Apóstol y no la censura que rompía, fuera Martí, fuera Maceo, fuera Robespierre, Carlos Manuel de Céspedes, Alberto Juantorena, Bruce Lee o Abraham Lincoln, cualquier nombre para ellos hubiese sido la misma perreta, porque en lo adelante se les acabaría el monopolio informativo y de manipulación que ejercen sobre el cubano, con una sola radio, un solo periódico, con una sola opinión en todo lo que se publica.

Pero no sólo los ataques a Radio Martí vinieron del castrismo y su lacaya prensa. La dictadura de La Habana con poderosos y millonarios recursos, los que no tiene que aprobar ningún Congreso o Cámara Legislativa, comenzó a comprar voluntades, a manipular personalidades, hasta tal punto que algunos en aquel grandioso y hospitalario país norteamericano, han tenido la crueldad de proponer la supresión de tan importante servicio de noticias. Cuando menciono crueldad me quedo corto y no trato de atacar, lo digo por razones, en las que si por favor estoy errado en alguna, agradecería que alguien me pruebe lo contrario.

Primero: Radio Martí, al igual que su homóloga Radio República, constituye una clara ventana informativa que sin apasionamientos, radicalismos ni fanatismos de ninguna índole le informa al cubano de lo que ocurre dentro y fuera de sus fronteras.

Segundo: Radio Martí, sin atacar personalmente a los oponentes políticos y con un sistema sorprendente de verificación de sus fuentes, ha logrado desenmascarar los crímenes del castrismo.

Tercero: Para los cubanos que, por razones harto conocidas, no tienen acceso a la Internet o la televisión por cable digital y sólo pueden comprar los diarios oficilialistas, la única oportunidad que es escuchar esas radios “enemigas” para informarse.

Cuarto: De no existir emisoras como Radio Martí o Radio República hay que ser muy cínico o mal intencionado para no darse cuenta de que los cubanos de a pie no conocerían de las Damas de Blanco y su heroica lucha, desconocerían lo ocurre a su propio pueblo, como incluso cosas al doblar de la esquina. Sin emisoras como esas la situación de nuestros presos, las golpizas y otros maltratos que reciben quedarían entre las cuatro paredes de la celda que los aprisiona.

Parafraseando a Marti: “Esos que se fijan más en la sombra y las manchas que en la luz”, esos que destruyen lejos de fundar, tienen en Radio Martí un fantasma que los golpea, que duele de verdad, que duele a culpables y a cómplices.

Por esas razones, a pesar de los enemigos de dentro y de fuera, solapados o abiertos, ahí está Radio Martí cumpliendo sus 25 años en el aire a pesar de los intentos de silenciarla, a pesar de las turbias maniobras para menoscabar su incalculable valor. Radio Martí está ahí en sus 25 años a pesar de la envidia, a pesar del maquiavelismo de quienes pretenden alejarla geográficamente de la comunidad exiliada. En Radio Marti y su programación está el esfuerzo del querido e inolvidable Mas Canosa, los congresistas cubano-americanos y de muchos otros quienes a pesar de estar afuera de su patria no dejan un minuto de pensar en ella y en aquellos que luchan por su libertad.

Radio Marti existe y existirá mientras los cubanos no tengamos voz y mientras no se consiga la libertad.

Publicado por

antunezcuba

Soy un defensor de los derechos humanos en Cuba, un opositor político y luchador anticastrista que pasé 17 años y 38 días en ininterrumpida prisión política por expresar mis deseos de cambio para mi país. Este Blog desdeplacetas nace de la imperiosa necesidad de no solo exclamar consignas y cantos de guerra sino tambien de contar mis experiencias, vivencias y puntos de vistas, y que ademas sepan que no solo me gusta organizar protestas y mítines políticos o declararme en huelgas de hambre o enfrentar a la represiva sino tambien pensar y exponer mis puntos de vistas y argumentos no solo en cuestiones de lucha sino en otros tópicos tambien importantes en la vida.Aunque mi lema de lucha NI ME CALLO NI ME VOY se mantiene y mantendrá incólume, tambien quiero se conozca al Antúnez como ser humano,él que tambien sueña y constribuye desde su modesta posición tanto al cambio como a la búsqueda de un futuro mejor en un sistema libre y democrático, es decir en el mejoramiento humano del que hablaba nuestro apóstol José Marti.

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