Septiembre 20 de 2010.
El complot contra la causa de la libertad de Cuba en su desmedido intento por frenar la oposición interna sigue ahí latente. Ahora resulta ser que Emilio Aranguren, obispo de Holguín llega hasta Reina Luisa Tamayo Danger, madre del mártir Orlando Zapata Tamayo pero no para brindarle apoyo espiritual y moral o para decirle: “Compartimos su dolor, las puertas de la casa de Dios están abiertas para ti, tu familia y todos cuantos te acompañan cada domingo en las peregrinaciones al tempo o la tumba de tu hijo”.
Este funcionario fue hasta ella para, nada más y nada menos, sugerirle que podía hacerlo pero sin el resto de sus hermanos que la acompañan. Me recordó al Cardenal Jaime Ortega cuando les hizo similar recomendación a las Damas de Blanco en la capital.
Ante esta bochornosa postura de un sacerdote se me antojan unas interrogantes:
Primera: ¿A quién o a quiénes pueden moletar esta públicas peregrinaciones que cada domingo rinden en Banes en memoria de Orlando Zapata Tamayo?
Segundo: ¿Quiénes ganarían si esta digna Mariana Grajales hubiese aceptado tan humillante e ingrato condicionamiento?
Tercero: ¿De quién o de quiénes fue portavoz Aranguren cuando pidió esa condición a Reina Luisa Tamayo Danger?
Nos parece que ahí en las consiguientes interrogantes pueden estar parte de las respuestas ante tan ignominiosa y servil postura.
Lamentablemente en el Vaticano ya no está Juan Pablo II, ni el Cardenal en Cuba se nombra José Ciro o José Conrado. Pero en Banes allí está Reina Luisa con su digna respuesta y decisión ante una jerarquía eclesiástica teñida también con la sangre de Boitel y Zapata.
Aquí esta la “RESITENCIA INTERNA” desafiando la tiranía, tomando las calles, las colinas universitarias a contrapelo de quienes con las más nobles o las peores de las intenciones cuando hablan por los grandes medios sólo lo hacen para hablar de los presos que están siendo desterrados, de lo que declaran al llegar, y poco o casi nada de los que estamos en Cuba de pie luchando contra el terror aunque nos cueste la vida y la libertad.
Allí en la capital cubana siguen de pie frente al terror Laura Pollán Toledo, Berta Soler, Alejandrina García de la Riva y el resto de las que no se cansan ni se dejan engatuzar, ni caen en humillaciones e inaceptables condicionamientos.
En las ergástulas están los Ángel Moya, Librado Linares, Dr. Oscar Elías Biscet, Diosdado González, Héctor Maseda, Rafael Ibarra, Iván Hernando Carrillo y otros tantos que dan ánimo con su ejemplo.
La deuda que tenemos con Boitel, con Zapata y con la Patria, nuestro deber es tan sagrado que ni el indiferente Sumo Pontífice allá en Roma, el cómplice Cardenal Ortega Alamino y cuantos como él intentan frenar la resistencia no nos harán la mas mínima mella.